miércoles, 9 de diciembre de 2009

CRITICAS, cine y tv





Critica Dialógica: Piélagos primer capítulo “la travesía”.

“Pielagos”, es una serie de documentales que surge de una iniciativa del Instituto de Comunicación Social de la Universidad Austral de Chile, La Coordinación de extensión de la Facultad de Filosofía Humanidades de la Universidad Austral de Chile, el Magíster en Comunicación de la misma casa de estudios y La corporación Juan Fernández; patrocinada por el Consejo nacional de Televisión (CNTV) en el marco de la adjudicación de fondos obtenidos a través de la postulación al fondo de producción local.

La idea, dice su epílogo, es trazar un paralelo entre los cotidianos de dos de las islas más extremas del país –en términos de accesibilidad –: La isla Selkirk y La isla Irmequiña, la primera de estas ubicada en el archipiélago de Juan Fernández y la segunda e

n el archipiélago de Chiloé.

Aún cuando los capítulos de esta serie son cuatro en su totalidad, para efectos de esta critica solo analizaré el primero de la serie titulado”La Travesía”. Espero y creo debo ser enfático en mi búsqueda del dialogo con la obra, no es esta entonces una crítica estrictamente técnica, espero tampoco sea un dogmatismo absoluto, levanto entonces desde aquí en adelante una discusión, en principio con el autor de este documental, (TODOROV) “La critica dialógica solo es imposible cuando el crítico se encuentra en total acuerdo con su autor: ninguna discusión puede darse”

“La Travesía”, es una proposición avezada ya desde su mismo título, he de suponer -antes de ver el capítulo - que tamaño adjetivo (Travesía) alude a cuando m

enos uno de los elementos constituyentes del mismo.

Inicia el capítulo: Descriptivamente la historia tranza los paralelos de los cuales ya se atisban anuncios en su subtítulo (“paralelos insulares”), te sitúa en un lugar y luego en otro, le da partida a su discurso desde una referencia infográfica que te indica el lugar exacto donde se encuentra la primera de las islas apuntadas: Robinson Crusoe, luego te ex

plica la “travesía”, por lo menos lo que la autora considera la primera de ellas. “20 horas de viaje separan a Robinson Crusoe de Selkirk”, allí una serie no menor de pescadores habitan alejados de cualquier exigencia urbana mínima, sin hospital, sin iglesias, sin escuelas ni negocios de ningún tipo, Selkirk oficia de refugio para todos aquellos que deban pasar una temporada (un par de meses) en el lugar sin regresar a casa. Suena a travesía.

En esta primera parte de la historia quiero destacar el avance hacia ciertos lineamientos que me parecen positivos en materia de superación de la ambigüedad discursiva –algunos pueden considerar este reduccionismo un aspecto negativo–, me refiero al aspecto trascendental que tiene desde el inicio del documental, el posicionamiento geográfico más o menos especifico de los lugares aludidos, abordados, visitados por los realizadores; El hecho de que estos queden explicitados, facilita la comprensión (en una primera mirada) del espacio físico donde se desarrollan las historias que dan línea argumental al documental en su referencia, entendido esto como una asociación espacio personaje, aún cuando se desconozca donde está Selkirk, Irmequiña, Juan Fernández, Chiloé e inclusive Chile. No quiero considerar esto un acierto ni un desacierto de la producción, solo destaco la capacidad de una buena construcción en estos términos particulares, dicho sea de paso por la experiencia personal del visionado de este documental y el buen camino por el que me vi influenciado mientras lo vi.

Es difícil poner a dialogar de manera homologa dos casos distintos, en un producto audiovisual de treinta minutos, aún cuando se presuponga cierta similitud la veracidad de lo contado no basta para cautivar la sensibilidad y la anuencia del espectador, no soy además el indicado para suponer verdad o mentira en un discurso narrativo cinematográfico, mucho menos para sospechar engaño, empero la cuestión de los mundos creados en esta obra, esos paralelos, no me parecen bien tratados (técnicamente). Es lo que sucede en este documental después de la primera mirada (aún cuando acuso absoluta preocupación y atención de mi parte al momento de verlo); el capítulo inicia con una historia anexa, paralela, casi ajena -es la historia de Orieta y su pequeña hija- sobre la cual podría atribuirse una responsabilidad relevante en la narración del documental, digo, cumple con varios requerimientos propios de una creación de estas características (expositivo-reflexivo), es un caso contingente, complejo, y muy humano, pues se trata de las dificultades de una mujer isleña para poder ser madre en un lugar donde ni siquiera existen los hospitales. No obstante la historia pasa desapercibida debido a una suerte de incoherencia icónica con relación a los otros personajes, se puede entender como una suerte de introducción, pero aún así no llama la atención ni logra el efecto esperado: la emoción hasta el punto de las lágrimas.

Por definición el capítulo funciona, digo si es que lo que se pretende es crear paralelos, sin duda que estos existen de forma explícita en el trabajo, donde creo que no marcha con el éxito esperado, es en la profundidad de tratamiento de los casos, por lo mismo su principal deuda aparece en algo que en un párrafo anterior abordé como una aspecto positivo (para ciertos propósitos) pero que me parece negativo para lo que ahora he de señalar.

Es decir, aún cuando para efectos creativos, el surgimiento de los paralelos a medida que avanza la obra, pareciera ser incluso certero, adecuado y rítmico –en términos del lenguaje audiovisual empleado- no se dan con claridad, queda la sensación de que falta profundidad, ya sea por falta de tiempo, imágenes, cuñas o información; los paralelos no se logran de la manera más “estéticamente agradable” –cayendo en cursilerías que eviten herir ciertas susceptibilidades – ejemplo de esto son la decena de generadores de caracteres, “cartones”, señales escritas, que te van “bamboleando” de un lugar a otro, de una historia a otra, de una situación a otra. Sin este guiamiento a prueba de tontos el discurso del documental no funciona, eso en mi consideración es un gran problema, en tanto la exacerbación del recurso-que reconozco es necesario- lo vuelve obvio, lento, disperso, y lo que para razones de un producto potencialmente televisivo y sin proyecciones cinematográficas de sala puede resultar la peor de las tragedias: aburrido





El Diario de Agustín: Critica del discurso documental.

Por Sebastián Díaz C.

El diario de Agustín, es de esas películas que sin ser un destellar de recursos narrativos, ha de capturar la atención del espectador con facilidad desde sus inicios. No hablo de un documental que se caracterice por una post producción muy osada- en términos de efectos- ,si algo no has de encontrar en El Diario de Agustín, son filtros extraños, colometría agudizada o, generadores de caracteres explicativos.

Esta película se sustenta por si misma en su historia, es tal la potencia de lo contado, que no se hecha de menos la táctica recurrente de ficcionar situaciones para resolverlas con mayor profundidad. El orden de esta obra, lleva en si un punto de vista de autor que esclarece el discurso hasta un sitio en el que la libre interpretación queda supeditada a la reducción máxima, pues es una película clara, ordenada y sin depresiones. Sobre esto acuso absoluto interés y una necesidad casi indeclinable de “repetirme el plato”.

El Diario de Agustín, refleja esa delicadeza del movimiento narrativo del documentalista trabajólico que es Ignacio Agüero, un sistema de puntuación del discurso constructivo de la película, pone en manifiesto una tendencia a prescindir del sonido extradiegético y los efectos de video, esto al contrario de lo que un consumidor asiduo al documental-reportaje podría pensar, se agradece, pues permite aprehender la intencionalidad del punto de vista y la definición de las formas de narración con la que el Director aborda el problema propuesto.

Referente al panorama cinematográfico actual, El Diario de Agustín propone una ruptura interesante, fundamentalmente por tratarse de una película que aborda un tema de conocimiento colectivo, histórico y muchas veces abordado. Es aquí donde se encuentra inscrita la osadía del autor, quien es primordial en el manejo de su propia película; sin un punto de vista determinante, como el que posee esta película, se hubiese tratado de una más de las iniciativas que durante ya dos décadas, han buscado reivindicar los derechos humanos en Chile a través de la arenga popular en las manifestaciones artísticas.

Esta película, tiene la particularidad de ser una de esas obras que dejan la idea clara aún teniendo mucha información, esto se le puede adjudicar a su construcción, ergo sin el uso adecuado de los recursos elípticos y de disposición de material necesario, se trataría de una película de dificultosa digestión.




Lucio: El Documental (Comentario)

Por Sebastián Díaz C.

Dirección: Jose Mari Goenaga y Aitor Arregi

Año: 2007

Productora: Moriarti Produzkioak, Irusoin, EiTB y TVE

No resulta fácil creer que Lucio Urtubia, un albañil, nacido en el seno de un familia republicana y obrera de la localidad de Navarra, se haya transformado en la mente creativa de un plan anarquista tan bien urdido como el que se llevo acabo entre los años 54 y 72, donde un grupo de jóvenes militantes de una agrupación autónoma de tendencia anarco proletaria, que levaba como bandera de lucha, encubrir y ayudar a distintos personajes que escapaban de las dictaduras de Latinoamérica, monto desde una imprenta clandestina en la ciudad de Madrid, un fascinante montaje de falsificaciones de documentos, pasaportes y cheques de viajes del más importante banco de Estados Unidos, el National City Bank.

Esta es la historia de un personaje (Lucio), que aún enfrentado a sus incapacidades académicas –solo avanzó hasta quinto de preparatoria- no pereció nunca en la tarea siempre transgresora de desbaratar los lineamientos constructivos de los agentes económicos post guerra, que según palabras del mismo “Sumían a mis compañeros en el peor de los derroteros, la deuda”. Esta es una historia de vida, la crónica de una conspiración que por extraño que parezca tuvo continuamente una finalidad –por lo menos en su fondo-siempre benigna.

Este documental, cuenta como Lucio logró coordinar un movimiento que se desarrolló paralelamente en Francia, España e Italia. Como la National City Bank se puso de rodillas frente a tal incontrolable manifestación de descontento de Lucio y sus compañeros, y cómo a lo largo de su desarrollo, este plan tuvo adeptos tan emblemáticos como: Elridge Cleaver –Líder de los Panteras Negras- o el Che Guevara.

Finalmente “Lucio”, es una historia increíble, la historia de un prestidigitador por esencia, de un nativo del engaño, que utilizó su talento para demostrar la fragilidad del sistema.




martes, 8 de diciembre de 2009

EXPOSICIONES




Presidenta


Bachelet, Musa e inspiración

Fernanda Duque Rademacher (efe)


Ser la primera presidenta de Chile no solo significa ser un hito histórico en nuestro país. Para Andrés Ovalle, ella es mucho más que eso, es la inspiración de su trabajo. Este pintor, dedicado a tiempo completo a su nuevo proyecto, desde que decidió hace dos años volver a Chile, considera que es importante dejar retratada esta nueva etapa de nuestro país.

Sin considerarse del todo Chileno, Andrés, se define como Latinoamericano y ha comenzado a exponer su trabajo, como el mismo lo destaca “sin aporte del Estado”. Si bien la obra cuenta con la aceptación de la presidenta, es ella misma la única que no ha visto estas 15 creaciones del pintor. Lo que sí, deja en claro es que “le envíe una colección especial de fotos a ella, a su propia casa”.

Tras dos años buscando conseguir que le aceptaran su exposición, Andrés reconoce que es una gran dificultad por que “igual uno tiene que vivir, que pagar arriendo, comer… y mover estas obras igual tiene un costo” dice el autor, con un tono de ironía por si alguien se interesa en fomentar esta iniciativa.

De las 15 obras que ha creado en inspiración de la presidenta, solo ha traído a Valdivia 8, por que otras de las obras son mucho más grande y es más complicado el traslado. La idea de estas pinturas es a través de la figura de Bachelet tocar temas sociales y culturales, que han tenido espacio durante el Gobierno de ésta.

Al entrar en la conocida Sala Ainilebu, uno cree que está en frente de un proyecto de campaña política, muy de moda en estos días, pero no, es una mirada crítica al “fenómeno de la historia” como lo llama Andrés, pues se pretende que el visitante también se sienta parte de este hito y que si pueda ser protagonista.

Si bien es un tipo de exposición poco convencional, el fin último de esta es que la gente, con sus comentarios y apreciaciones, cree un libro de lo que les provoca esta itinerancia de pinturas, de modo que puedan ser reales protagonistas del libro que se pretende publicar el 2010 con los textos que la gente deje en el sitio web del autor (http://retratodeunapresidenta.wordpress.com/).

El salón principal de la Corporación Cultural Municipal CCM (Sala Ainilebu) abre sus puertas para ser parte de la historia desde la ciudad de Valdivia, para que así entre algunos focos que las alumbran, un letrero de No fotografiar, dejen una nueva, pero igual de importante, mirada de la Presidencia que está en nuestro país actualmente.


Carlos Oyarzún, Siempre en vanguardia

Fernanda Duque Rademacher

Conocer la Casa Carlos Oyarzún, ha sido una muestra de la creatividad que tienen

los alumnos de la escuela de Artes Visuales de la Universidad Austral de Chile, Con una exposición

titulada “Primer Acto” han dado cuenta del taller

que realizan durante su carrera, donde no faltaron las obras vanguardistas.

Un librero lleno de masa de pan, fue lo que más llamó mi atención. ¡Eran libros! Libros creados por

Paulina Jayo, quien me comentó que primero horneaba las tapas y luego el contenido para que no se rompieran. Pueden imaginar comerse, literalmente las obras de García Márquez, o quizás un Papelucho. Si bien estos libros no atentaban contra títulos conocidos, cada obra

estaba titulada con el nombre de los integrantes del curso.

Otra de las obras que cautivo mi concentración por unos minutos fue una muestra audiovisual, que tenía un cierto realismo. Paulina Tapia, irrumpió en una de las salas de la casa con ollas, pelelas y hasta una tetera antigua, que daban la impresión de agua en su interior; en el ambiente un sonido de gotera que hacia mucho sentido si mirábamos el techo de esta nueva galería, un evidente signo de que en algún momento existió allí una gotera; quizás esta no llenaba teteras con el rostro de Carlos Oyarzún, pero

si llenaba espacios como la muestra de Artes Visuales. Pese a que participó gente en la exposición solo se pudo divisar a madres tratando de entender la creación de sus hijos, como

por ejemplo la madre de Dayan Yusef, quien miraba las creaciones sin comprender mucho, solo lograba dar un “ah” si es que su hija comentaba la obra y las condiciones en que fue creada.

Varios asistentes de la propia escuela de Artes visuales, incluso el vice-rector académico, junto a profesores, pero poco público externo, para una obra que según mi apreciación merecía ser vista. No solo por lo extraño de algunas cosas, si no que por la simpleza de los materiales, con los cuales se irrumpió el espacio político- cultural que se vive en el país actualmente.





“Antropofagias”

El jueves 3 de diciembre se presentó una nueva exposición en el Museo de Arte Contemporán

eo (MAC) de la Universidad Austral de Chile (UACh), “La AMERICA” y “Antropofagias”. La muestra se enmarca en el Bicentenario del país, es por esta razón que se le entrega un reconocimiento a distintos expositores Suizos. La muestra constó la presencia del Prorector de la

UACh, el Vicerrector Académico Dr. Oscar Galindo, el embajador Suizo André Regli y la Cónsul en el sur de Chile Marianne Fiala, entre muchos otras autoridades de la Universidad y destacados artistas.

En las cuevas MAC se encontraba la muestra de Jesús Algovi, “Antropofagias”, la que trataba de la obra La Grieta/Der Riss“; y de la proyección de los documentos de acción e intervenciones realizados por él entre los años 1997 y 2009, estas son "Arte Comestible III" (1999), "El Proyecto Sísifo" (2001), "H2(ART)O" (2006), "Babell" (2007), "Razones de Peso" (2008), "The River of Memories" (2009) y "ARCO: Fiera de Arte Contemporáneo" (2009). Las proyecciones tenían un cierto sentido dado al lugar donde estaban, por ende le entregaba una cierta mística y daba la sensación de internarse en los documentales; el único problema que tenía esta parte de la muestra es que la acústica con la cual consta el MAC no es muy buena por ende los documentales no se escuchaban bien dado el ruido ambiente el cual se generaba por el tránsito de las personas, lo que producía que todo audio se perdiera.

Quizás el nombre antropofagia dado por el artista puede significar más que el propio hecho de de que un humano se coma a otro, es entregar energía a través de sus obras para que sean devoradas por humanos, para que después estos lo transformen en su mana, de cierta forma se puedan alimentar de ellas.

Pero en general todas las exposiciones tenían un propio sentido, y el ambiente que se genero dentro del museo fue muy grato dada la cercanía que hubo entre los artistas y el público asistente.



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